Los chalecos amarillos protestan contra el alza de los carburantes, por la pérdida del poder adquisitivo y exigen acceso a los servicios públicos.
El aumento de los impuestos al combustible en Francia ha mantenido a los chalecos amarillos a protestar en los Campos Elíseos desde octubre pasado.
La policía ha reprimido las manifestaciones con lanza aguas y bombas lacrimógenas. Más de 500 personas resultaron heridas y más 100 han sido arrestadas solo en París (capital).
Los chalecos amarillos (gilet jaune) hacen referencia a los chalecos fosforescentes que en Francia debe usar cualquier conductor en caso de incidentes en carreteras.
Como “movimiento” surgió en protesta por el alza de los carburantes.
Luego evolucionó como una expresión de descontento contra el deterioro del poder adquisitivo.
Los precursores fueron dos camioneros de la región parisina que el pasado 10 de octubre hicieron el llamado de protesta. La iniciativa fue replicada en Facebook y se unieron varios grupos.
- Se oponen al aumento de combustible.
- Reclaman recuperar el poder adquisitivo.
- Exigen la mejora de servicios públicos en la periferia francesa.
El Gobierno había anunciado que a partir del 1° de enero de 2019 el precio de la gasolina en Francia subiría a 2,9 céntimos y el diésel a 6,5 céntimos el litro.
Este año el precio del combustible diésel aumentó un 23 por ciento y el de la gasolina, un 15 por ciento.
El presidente francés Emmanuel Macron suspendió el pasado martes el alza en los impuestos durante seis meses. A esta medida le acompañará la congelación de los precios del gas y la electricidad.
Sin embargo, para el sábado los chalecos amarillos convocaron a más movilizaciones.
#FRANCIA El estado francés se blinda de cara a las protestas sociales del 8 de diciembre llamada la “insurrección de #Paris”. Han desplegado más de 89.000 agentes y #Macron alienta al fantasma de la guerra civil para evitar la alta participación pic.twitter.com/elkI74ASPy
— Sergio Rodrigo (@SRodrigoteleSUR) 7 de diciembre de 2018
El primer ministro francés, Édouard Philippe, anunció este viernes el despliegue de 89.000 agentes de seguridad así como el cierre de numerosos museos y otros lugares emblemáticos de la capital.